Hoy vamos a abordar un tema muy
interesante y es relacionado a una pregunta que muchas personas pudieran
formularse ¿Somos pecadores antes de nacer? Ahora bien, la ciencia nos hace
comprender que, en el preciso momento del inicio del proceso biológico de la
vida humana a través de la fecundación del óvulo femenino, se activan los
gametos paternos y maternos, dando paso a una nueva vida por medio de una
activación genética única en cada ser. En pocas palabras, la vida comienza en
el preciso momento de la concepción. La legislación venezolana establece que un
niño, debe tener protección, derechos y garantías de vida “desde el momento de su concepción”[1],
y este es un reconocimiento de carácter mundial en materia de Derechos Humanos.
Ahora bien, Cuando Dios creó al hombre lo hizo “a su imagen, conforme a su
semejanza” (Génesis 1:26. RVR. 1960). El hombre desobedeció, haciendo
lo contrario a lo que Dios le había dicho. No acató los mandatos que el Dios
Padre creador le impuso, condenándolo a muerte. De allí en adelante, todos
pasamos a ser pecadores por herencia. El rey David escribió bajo inspiración: “…He
aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre…” (Salmos
51:5 RVR. 1960). Aun así, continúa la interrogante: ¿Somos pecadores antes de nacer?, La respuesta es rotundo Sí. Somos
herederos del pecado por la desobediencia de nuestros primeros padres Adán y
Eva. Pero tal vez, usted me preguntará …hermano, pero ¿cómo podemos decir que
un bebé es pecador si ni siquiera tiene conciencia…? Efectivamente, un bebé es
pecador por herencia, pero por su estado de inconciencia, no es culpable porque
no tiene capacidad de discernir y es un alma justificada. Cuando tenga
conciencia comienza a ser pecador condenado, así como soy yo y como es usted.
Por lo tanto, los bebés mueren y su alma, automáticamente va al cielo, pues
ellos ya son justificados. Evidencia de esto, está cuando el rey David, tuvo
aquel niño con Betsabé y al séptimo día murió y dentro de su dolor dijo: “…Yo
voy a él, mas él no volverá a mí…” (2 Samuel 12:23. RVR. 1960). Los
bebés no tienen conciencia del mundo donde han llegado, ni discernimiento
suficiente para tomar una decisión y por eso están justificados. El mayor
pecado que nos tiene condenados a todos es el no creer en el Señor Jesucristo
como hijo unigénito de Dios. “…El que en él cree, no es condenado; pero
el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del
unigénito Hijo de Dios…” (Juan 3: 18.RVR.1960). Si usted, no cree en
Jesucristo, temo decirle que está en graves problemas. Pero recuerde, aún está
a tiempo mientras esté con vida, si fallece sin recibir a Cristo en su corazón,
usted se enfrentará al juicio justo de Dios para condenación. Búsquele,
comience a conocerle y usted disfrutará de la vida eterna. Dios le bendiga.
“…Todo aquel que cree que Jesús es
el Cristo, es nacido de Dios…”
(1 Juan 5:1. RVR 1960)
Metodología: Kate L Turabian.
Por: MSc. Alfredo Naranjo. caralhernan@gmail.com
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