jueves, 18 de febrero de 2021

El síndrome de Peter Pan

 


 Durante una visita a una amiga, noté un comportamiento extraño en la conducta de su esposo.  Ante una negación por parte de mi amiga por algo que él le pidió, salió haciendo pataletas, entró al cuarto y lanzó la puerta con tanta fuerza que casi saca las bisagras. Mi amiga me miró, me dijo: “no le hagas caso” y siguió conversando como si nada hubiera pasado.

 

Como me llamó mucho la atención, le hice el comentario a otra amiga que es terapeuta conductual y me dijo que seguramente tenía el Síndrome de Peter Pan y como sabe que soy curiosa de esas cosas, me animó a averiguar y he aquí lo que conseguí:

 

En el año 1983 el Dr. Dan Kiley (psicólogo clínico), escribió un libro llamado “El síndrome de Peter Pan: los hombres que nunca crecieron”.  En el mismo el Dr. Kiley explica que el síndrome se define por una serie de características que sufre una persona que no acepta las obligaciones propias de su edad adulta.

 

Son personas inmaduras, narcisistas, egocéntricas, egoístas y no toleran frustraciones.  Les da un terrible miedo enfrentarse a la vida real porque carecen de las armas adecuadas para hacerlo, no pudiendo desarrollar los roles propios de la edad  (vivir en pareja, ser padres, etc.).

 

El síndrome se debe a dos posibles causas: por tener una infancia demasiado feliz o infeliz.

 

La primera se produce por tener una familia complaciente que lo hace sentir el centro del universo o por tener una madre dominante y sobreprotectora;  aquí hablamos de lo se conoce como el Síndrome de Wendy (todo lo contrario).  En este caso, el paciente busca inmortalizar esos momentos hermosos vividos en la infancia.  La segunda causa se produce cuando se ha tenido una infancia demasiado difícil y el individuo siente esa necesidad de recuperar el tiempo perdido.

 

La mayoría de los estudios sostienen que este síndrome es frecuente cuando no ha existido un apoyo afectivo estable, se ha sido demasiado permisivo o ha existido un déficit escolar.

 

Es frecuente que haya depresión, angustia y ansiedad.  El sujeto se hace una coraza psicológica para no percibir el paso del tiempo (se dice que Michael Jackson sufría de dicho síndrome),  pero hay momentos en que la misma desaparece por situaciones impredecibles y es cuando el sujeto se encuentra con las manos vacías y una vida irrealizada.

 

Si usted cree que tiene o padece alguno de estos síntomas o si como padre/madre está observando una conducta irregular en su adolescente, joven o adulto maduro les invito a realizar una visita al psicólogo para que proceda al tratamiento correspondiente y haga de ese individuo (hombre o mujer, aunque generalmente es el hombre quien lo padece) sea una persona realmente feliz.

 

 

 

Por: Rosalinda González

Ig. @ref_lexionesdemivida / Fb.  Reflexiones de mi vida

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