Secretos familiares, daños generacionales

 

Recuerdo que por la década de los 60’s cuando estaba a punto de dar las 7:00 pm., mamá aceleraba todo en la cocina para ir a ver la novela del momento; “El derecho de nacer” protagonizada por el mítico Raúl Amundaray, en el papel del famoso personaje Albertico Limonta.

Basada en la radionovela cubana del mismo nombre, original de Félix B. Caignet y que fue transmitida en RCTV.  En la misma se narraba la historia de una chica rica que salió embarazada sin casarse y cuyo hijo fue mandado a matar por el abuelo, cosa que no pasó. A partir de allí se desarrolla una historia que yo llamaría absurda, pues no entiendo por qué ocultar hechos, solo por estar bien con la sociedad a la que realmente le importa es el chisme y luego al olvido.

“El derecho de nacer” quizá haya estado basada en un hecho real, porqué cuántas familias han tenido secretos que las han llevado a vivir terribles traumas y, ¿para qué?, para después de muchos años se sepa y termine el hijo descubriendo que su madre de toda la vida era la vecina o la esposa, enterándose que el hijo del mayordomo realmente es el hijo de la criada con su esposo y su hija está enamorada de él.  Seguro todos terminarán odiándose.

No sé si en este siglo siguen existiendo esas historias, últimamente no he escuchado ninguna, imagino que con todo eso de la migración sí debe haber uno que otro secretito por ahí que saldrá a la luz pública cuando le veamos la cara al niño, pero volviendo a lo que nos atañe, les contaré tres historias breves que le hicieron la vida infeliz a mujeres y chicos inocentes.

“¡Tú verdadera madre… es tu tía!”

Al nacer su madre falleció, quedando al cuidado de su hermana mayor.  Durante mucho tiempo se sintió feliz hasta que se hizo adolescente y su cuñado ya dejó de verla como niña.  Ella le contó a su hermana los abusos del esposo, ésta solo le contestaba que se quedara callada y no dijera nada. Y así fue pasando el tiempo hasta que salió embarazada. Durante todo el embarazo no se dejaron ver con los vecinos, por lo que al parir (cosa que hizo en casa), la hermana, junto al esposo, presentaron a la nena como su hija y le prohibieron decir a la niña que ella era su mamá.

Pasado el tiempo, llegó un caballero al pueblo y al conocerse ambos se enamoraron y ella volvió a salir embarazada, pero la hermana la escondió y le dijo al chico que ella había huido con otro. Este se fue desesperanzado sin saber sobre el embarazo.  Esta vez parió unas gemelas y, pasado el tiempo, encontró quien la ayudara a escapar y como pudo llegó a Caracas donde una familia la empleó con las dos nenas y la ayudó a criarlas.

Crio a sus hijas y nunca se casó, sufrió mucho. Y tal como una novela, al final, la hermana en lecho de muerte decidió confesar a "su primera hija" la verdad; ocasionando que esa niña terminara odiando a todos y amargándose ella misma.

 “¡Es tu hermano!, no te puedes enamorar…”

Este caso se parece al anterior, pero con una variante. La chica parió del cuñado, posteriormente se casó y se fue llevándose a su nena.  Al crecer los primos se enamoraron y se veían a escondidas, hasta que las madres los descubrieron y les dijeron que ellos no podían ser parejas, pero hicieron caso omiso hasta que tuvieron que decirles la verdad, que eran hermanos y gracias a Dios no pasó como en la famosa canción “la hija de nadie”.

 “La prima es su mamá, la tía es la abuela, el papá es el tío- abuelo y su tío el hermano”

En este caso la hija y la madre salieron embarazadas del mismo hombre, pero a la chica le quitaron a su niña dándosela al tío-abuelo y a la esposa. Realmente no entiendo el absurdo de este caso. La niña llegó a la adolescencia, siendo la verdadera madre quien se armó de valor porque no se la dejaban ver.  Para ese entonces la madre casada y con hijos, algunos involucrados directamente, perdonaron, otros no y las victimas siguen sufriendo porque de alguna manera sigue existiendo un rechazo.  Ojalá algún día antes de irse de este plano lleguen a perdonarse todos los involucrados, porque qué dolor ser familia y estar tan separado. Ojalá que el causante de toda esa tragedia reciba su castigo divino, bien que lo merece.

 

“Lo que se calla en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”

Fancoise Dolto

 

Por: Rosalinda González

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